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Aquí quiero compartir en imágenes momentos de mi carrera, trabajando para FIFA, TUDN, TVN y otros medios en Chile y en Europa, y también algunos viajes de fútbol.

Empecemos con un poco de historia: Esta foto que ven más abajo se la tomé a Manuel Pellegrini en 1995, cuando era DT de Universidad Católica. Yo estaba en primer año de Periodismo en la universidad y como lo único que yo quería era ser periodista deportiva (o de fútbol, para ser más honesta y precisa), cualquier trabajo que pedían lo hacía sobre “la pelotita”. Entonces me iba a los entrenamientos de la UC en San Carlos de Apoquindo y entrevistaba jugadores. En esta ocasión también entrevisté a Pellegrini. Esperé a que terminara su ronda con todos los reporteros radiales y luego, bastante tímida, pero obligándome a hablarle, le pedí un momento “uno a uno” para hacerle unas preguntas para mi trabajo.

De Manuel Pellegrini tengo el mejor recuerdo y opinión como persona, porque en ese entonces -cuando era impensado que una mujer supiera de o le gustara el fútbol- pudo haberme dicho que no, pudo haberse reído en mi cara, pudo haberme discriminado por ser mujer o pudo haberme mirado en menos por ser sólo una estudiante universitaria de 18 años haciendo un trabajo para sus clases, pero nada de eso. Muy por el contrario, me dijo que no había problema y con mi grabadora le hice todas las preguntas que necesitaba. Me trató, habló y contestó exactamente igual que con los reporteros radiales. Y ya les decía… es que en 1995 (y antes… porque empecé metiéndome a este medio mucho antes) era una cosa muy rara ver una mujer, más aún a una “cabrita”, metida en fútbol, hablando de igual a igual con jugadores, DTs y periodistas.

Dicen que uno siempre recordará a una persona por cómo te hizo sentir y, en este caso, eso es totalmente cierto. Manuel Pellegrini fue de los primeros “grandes” en hacerme sentir validada en lo que yo quería hacer de mi vida como profesión. Me respetó y consideró como a una profesional cuando apenas estaba comenzando. Y eso, tal cual, no lo olvido nunca. Lejos de aquello, lo atesoro y agradezco infinitamente.

Por eso, cada uno de sus éxitos internacionales me alegra enormemente y ahora le deseo lo mejor en su nueva expedición con el Hebei China Fortune.